Amigo Vicente; hace unos 50 años que coincidimos como vecinos y amigos, iniciando nuestra aventura vivencial en TRABENCO. Recordamos María Jesús y yo como nos conocimos en un curso de relajación que impartía nuestra gran amiga, la maravillosa doctora del pueblo, María Jesús Hereza Cuellar. Recurríamos a ti como el fontanero mágico que has sido, para reparar nuestras averías en la casa, para charlar contigo, de nuestras cosas, de nuestro barrio, para recibir tus sabios consejos profesionales de los hemos aprendido mucho. Cuando nos cambiamos hace unos años de domicilio por que nuestras rodillas ya no podían soportar las escaleras que tu bien conocías, seguimos recurriendo a ti para resolver nuestros problemas y dificultades de reparación y equipamiento, por que consideramos que eras la mejor garantía y sobre todo por que sabíamos que recurríamos a un gran amigo.
María Jesús y Antonio.
Soneto a nuestro amigo fontanero
Dejan su huella el paso de los años,
y también tus trucos de fontanero,
habilidad, destreza en tus amaños,
nos enseñaste, amigo, compañero.
Te recuerdo subiendo la escalera,
cargadas tus espaldas de instrumentos,
y las charlas que en aquellos momentos
mantenías arreglando la caldera.
Discutíamos el precio del trabajo,
que tu considerabas justo y yo escaso,
cerrando los acuerdos a la primera,
Ahora que la magia y la ilusión te atrajo,
a cambiar al oficio de payaso
sacas tu comodín de la chistera.
Antonio y María Jesús
Abril 2022